El rol del cuerpo en la construcción de la identidad:
Una mirada desde la psicomotricidad
En el ámbito de la psicomotricidad, el cuerpo no es solo un vehículo para moverse o interactuar con el entorno; es un elemento fundamental en la construcción de la identidad personal y social. Para niñas y niños, la experiencia corporal y el movimiento son herramientas esenciales que les permiten descubrir quiénes son, cómo se relacionan con los demás y cómo perciben el mundo que les rodea.
En este artículo, exploraremos cómo el cuerpo influye en la formación de la identidad, basándonos en las contribuciones de destacados psicomotricistas como José Ángel Rodríguez Ribas, Juan Mila Demarchi, Cori Camps Llauradó, Miguel Llorca Llinares, Alfonso Lázaro Lázaro, Joaquim Serrabona Mas, Marcela Hernández Lechuga, Pilar Arnaiz Sánchez, Josep Rota Iglesias y Josefina Sánchez Rodríguez.
El cuerpo como primer lenguaje
Según Cori Camps Llauradó, el cuerpo es el primer lenguaje que tienen los niños para expresar emociones, necesidades y deseos. Antes de dominar el lenguaje verbal, los pequeños utilizan gestos, movimientos y posturas para comunicarse. Esta expresión corporal no solo les permite interactuar con su entorno, sino que también sienta las bases para la construcción de su identidad emocional.
Por su parte, José Ángel Rodríguez Ribas destaca que el movimiento es una forma de autoexploración. A través de actividades psicomotrices, los niños descubren sus capacidades, limitaciones y preferencias, lo que contribuye a formar una imagen positiva de sí mismos.
La psicomotricidad y la identidad social
La identidad no se construye en solitario; es un proceso social. Miguel Llorca Llinares y Alfonso Lázaro Lázaro enfatizan que el juego y las actividades grupales son espacios donde los niños aprenden a relacionarse, negociar y colaborar. Estas experiencias les ayudan a entender su lugar en el grupo y a desarrollar habilidades sociales clave.
Pilar Arnaiz Sánchez añade que la psicomotricidad fomenta la empatía y el respeto por los demás. Al participar en juegos que requieren coordinación y cooperación, los niños aprenden a valorar las diferencias y a construir relaciones basadas en el respeto mutuo.
El papel del psicomotricista
Los psicomotricistas juegan un rol crucial en este proceso. Joaquim Serrabona Mas y Marcela Hernández Lechuga subrayan la importancia de crear un entorno seguro y estimulante donde los niños puedan explorar libremente su cuerpo y sus emociones. A través de la observación y la intervención adecuada, los profesionales pueden guiar a los niños en su desarrollo integral.
Josep Rota Iglesias y Josefina Sánchez Rodríguez destacan que la psicomotricidad no solo beneficia a los niños con dificultades, sino que es una herramienta valiosa para todos. Fomenta la autoestima, la autonomía y la creatividad, aspectos esenciales para una identidad sólida y saludable.
En conclusión
El cuerpo es mucho más que una estructura física; es el eje central en la construcción de la identidad. A través del movimiento, la expresión corporal y la interacción social, los niños descubren quiénes son y cómo se relacionan con el mundo. La psicomotricidad, como disciplina, ofrece un marco invaluable para acompañar este proceso, promoviendo un desarrollo integral y armonioso.
En CICEP Psicomotricidad, creemos en el poder transformador del cuerpo y el movimiento. Nuestro compromiso es seguir trabajando para que cada niña y niño pueda construir una identidad fuerte, segura y llena de posibilidades.
Referencias
- Rodríguez Ribas, J. A. (2017). Psicoanálisis para psicomotricistas: Una orientación somática para la educación y la clínica. Buenos Aires: Corpora.
- Mila Demarchi, J. (2006). Desarrollo infantil y psicomotricidad: Una perspectiva integradora. Montevideo: Universidad de la República.
- Camps Llauradó, C. (2007). «El diálogo tónico y la construcción de la identidad personal». Revista Iberoamericana de Psicomotricidad y Técnicas Corporales, 25, 5-30.
- Llorca Llinares, M., & Sánchez Rodríguez, J. (2009). «La fragilidad de la identidad: Jugamos a crecer». Revista Iberoamericana de Psicomotricidad y Técnicas Corporales, 33, 55-60.
- Lázaro, A. (2006). De la emoción de girar al placer de aprender: Implicaciones educativas de la estimulación vestibular. Zaragoza: Mira editores.
- Serrabona Mas, J. (2002). «La terapia psicomotriz: Una mirada relacional». Dialnet.
- Hernández Lechuga, M. (2017). Psicomotricidad: Historia y conceptos. Santiago: CICEP.
- Arnaiz Sánchez, P. (1996). «Atención a la diversidad desde la psicomotricidad». En A. Soto Rosales (Ed.), Educación física en niños con necesidades educativas especiales: Actas de las Terceras Jornadas de Educación Física en la Escuela (pp. 81-116). Murcia: Universidad de Murcia.
- Rota Iglesias, J. (2012). «La intervención psicomotriz: Una forma de acompañar la construcción de la identidad de la persona». Entre líneas: Revista especializada en psicomotricidad, 29, 8-13.
- Sánchez Rodríguez, J., & Llorca Llinares, M. (2008). Recursos y estrategias en psicomotricidad. Málaga: Aljibe.
Me gusta muchísimo lo expuesto sobre la influencia del desarrollo de nuestro cuerpo, para el conocimiento de si mismo, de su identidad y de su autoestima en cada ser humano.
Tan simple y, a la vez, tan olvidado. Cada vez que leo artículos y libros que relacionan el movimiento del cuerpo con el lenguaje como forma de comunicación y, al mismo tiempo, como un elemento clave en la construcción de la identidad del individuo, me viene a la mente Miguel Sassano. En su libro, explica cómo el cuerpo actúa como un punto de referencia en el espacio y en el tiempo. En definitiva, la coordinación dinámica del movimiento implica la consolidación del control postural, estrechamente vinculada a la adquisición del equilibrio, apoyándose en el tacto, el oído, la visión y la propiocepción, lo que facilita que el individuo esté plenamente disponible en el momento presente. Gracias por vuestros artículos y vuestra labor.